domingo, 19 de enero de 2014

¿El malo nace o se hace?

Los abogados dicen eso de que todo el mundo es inocente hasta que se demuestra lo contrario, que es el agravio, el delito, lo que hay que demostrar .Y yo no puedo evitar preguntarme si esto es extrapolable a la maldad humana. Tras 31 años de experiencias y de vivencias, de haber conocido gente de todo tipo, de haber visto solo algunas cosas, un buen día echas la vista alrededor, lees la sección de sucesos del periódico, ves una película de la que sabes la trama y las entrañas te sacuden hasta colocarse a la altura de la garganta.

¿Todo el mundo es malo hasta que se demuestra lo contrario? ¿El malo nace o se hace? ¿Uno se convierte en un inhumano humano de la noche a la mañana? ¿Lo lleva en su adn? Y si es así, ¿qué hace despertar a la bestia que llevamos dentro? ¿Qué es lo que nos lleva a hacer daño de manera consciente y premeditada a otra persona? O más bien, ¿qué nos lleva a no frenar ese impulso de maldad del que somos conscientes pero que dejamos libre en pro del regusto de placer que genera saberse ganador y que pesa más que la integridad como personas que supuestamente somos?

Tengo la respuesta a casi todo. Supongo que solo espero que se me demuestre que, para jugar a caballo ganador, no siempre hay que poner todas las fichas al negro.