domingo, 15 de junio de 2014

Tal vez

Tal vez,
lo más fácil sería echarle la culpa al vino
a las canciones o al momento.
Quizás
la certeza de saber
que los daños colaterales del día después
estarían silenciados por 2000 km de distancia,
besos y palabras,
fue un columpio hasta mis labios.

Llegaste,
yo no te esperaba
y aunque los gestos siempre son provisionales,
volví a ver en tus ojos puertas abiertas.
La noche cabía en tus pupilas.

Hablamos de nuestros triunfos, fracasos,
ya sabes que a veces el pasado
es como un dulce con sabor amargo.

El deseo abrió sucursales entre nosotros,
después de aparcar nuestros corazones
en un pozo cerca del oceáno
desaté mis manos y tus botones
y te robé la ropa de más que te puso el invierno.

Hoy no busco respuestas
y lo que más me gusta de ti
es todo lo que no sé.
Tampoco busco que entre nosotros
se escriba la palabra
amor.

Pero espero,
tal vez,
que uno de estos días
tropieces con las ganas de verme
y me llames
cuando yo no te espere.

lunes, 2 de junio de 2014

Punto y final

Fue triste como hacer un testamento. Tan triste como un pez en un lavado, tan rápido como el resentimiento que siente en sus pulmones quien se siente abandonado.

Así acabó. Punto y final. Una historia indescriptible.La triste historia de tu cuerpo sobre el mío.520 días que podrían resumirse en dos corazones arrojándose al vacío.

Viviendo tan deprisa no pudimos darnos cuenta que un corazón que corre desfallece en un latido, que, a veces, pone demasiadas trampas la cabeza y aquel que solo busca intensidad está perdido. Perdido porque la pasión se acaba y no hay vacuna. Perdido por dejar mi cuerpo atado a tu cintura.

Ahora tendré que inventarme otro camino, tirar algunos miedos al lavado,romper los límites en que creímos porque nos limitaban demasiado. Estuve tanto tiempo en el invierno, tanto tiempo confundida, que tuve que esconderme en un cuaderno lanzándote canciones a la cara.

Pero vino el porvenir y recogió mi corazón de la basura cuando deje de hacer preguntas a las fotos. Llegó el perdón.

¿Por qué buscar culpables a estas alturas? Si odiar no cura un corazón que ya está roto.