A veces la música tiene licencia.
Licencia
para dolerte por dentro,
para acariciarte el alma.
para acariciarte el alma.
A veces te baja las sábanas sin pedirte permiso,
sin saber hasta dónde ni hasta cuándo.
A veces la música te escuece dentro,
y otras se convierte en magia.
Porque hay
quién sabe ser magia
aunque nunca llegue a saberlo
No hay comentarios:
Publicar un comentario