jueves, 3 de enero de 2013

Desmontando mitos

Alguien me descubrió hace poco un proverbio oriental que reza así: Quien se sube en un tigre, no puede bajar de él cuando quiere. Hoy me pregunto si realmente eso es cierto. Esta persona asegura que es una verdad absoluta. Como que Dios no existe. Sin embargo, y aunque es perfectamente aplicable a muchos terrenos, y cierta en la mayoría de ellos, a mí me queda una pregunta. ¿Dónde está realmente el tigre del que no puedes bajar? ¿Sometiéndote bajo tu cuerpo o controlándote desde tu cabeza?

Es posible que el peor enemigo de uno mismo esté en su interior, en la falta de voluntad por querer hacer algo. Quizá los peores zarpazos son los de la propia mano. La más certera dentellada, la de la falta de lucidez. Y, el peor rugido, el de la ignorancia.

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