Cuando crees que conoces todas las respuestas, llega el universo y te cambia todas las preguntas. Nunca preguntes por qué. Los porqués no existen. Solo te
conducen a la tristeza y te hacen caer en el pozo. La gente no actúa con
normalidad. Sus resortes muchas veces no tienen sentido. Y si uno no se
comprende a sí mismo, ¿cómo va a comprender a los demás?
Gracias Albert.
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