jueves, 28 de febrero de 2013

Follar(se) las mentes


Un comentario en el estado de Facebook de una amiga me ha recordado una frase que escuché en la película Martín Hache. Una afirmación con la que, a día de hoy, no puedo estar más de acuerdo. Hay que follar(se) las mentes.

En una sociedad donde pensar parece que está de más. En un tiempo donde hablar por hablar, con palabras vacías cual verdugos de una mediocridad superlativa, parece el deporte nacional, me queda la duda de si alguno recuerda la potente arma de seducción y de vida que es la mente. Del control que tengamos de ella, depende en gran parte lo que valemos.

Hemos perdido la sana costumbre de penetrar, succionar y masturbar la mente hasta la extenuación. Hasta que, cual orgasmo, (se) corra el intelecto. Nos conformamos con provocarnos calentones introduciéndonos las ideas de otros como si de consoladores se tratasen, permitiendo que su frialdad y dureza nos hagan llegar a un fingido clímax final.

Y una vez follada nuestra mente, está el reto de hacerlo con la de los demás. Seducir sus neuronas, comparar la capacidad de erotismo de nuestro intelecto sin dejarnos ‘ligar’ por el del contrario. Echar un polvo sin condón a las ideas del otro.

El problema es que, en este país, mentimos hasta en el número de polvos que echamos. Ojalá la gente follara más y jodiera menos el intelecto.

2 comentarios:

  1. Una mente brillante usada en la direccion adecuada, crea adicción en el resto. La inteligencia es más fuerte que cualquier alma. El diablo pacta la coleccion de almas, follandose su propia mente. Es rico!!!

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